Decir Antonio
Gaudí en el mundo, y de manera particular en España, es referirse al gran arquitecto
catalán, símbolo de un país y, especialmente de una ciudad, Barcelona, donde se
encuentra el Templo de La Sagrada Familia.
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ABRAHAM
CABABIE DANIEL. FOTO DE LA SAGRADA FAMILIA
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Con 172.5 metros de
altura, la obra que parte de los estilos arquitectónicos góticos y bizantinos,
mejorados por el también conocido como
arquitecto
de Dios, cuenta con cinco vanes con crucero de tres, que forman una cruz
latina, y consta también de tres fachadas monumentales, significando cada una
tres momentos trascendentales de la historia de Jesús: su nacimiento, su
pasión, y su muerte y resurrección.
Cuatro
construcciones en forma de cúpula, de aproximadamente 40 metros de altura, se
suman al conjunto. Asimismo, desde su torre central se expresa una sensación
mística de “elevación”, pretendida con la aplicación de métodos altamente
creativos que hoy en día siguen reconociéndose como revolucionarios.
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ABRAHAM
CABABIE DANIEL. FOTO DE LA SAGRADA FAMILIA
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La luz interior,
diseñada con tragaluces y claraboyas, hiperboloides de vidrio dorados y verdes
con baldosas, refleja armonía y resalta la plasticidad de la nave mayor.
Fachadas y cúpulas
se unen por un amplio paso cubierto, denominado el claustro, que aísla el
templo del ruido externo y permite transitar a través de los distintos
elementos arquitectónicos sin pasar por dentro de las naves.
De la
esplendorosa construcción, dijo su propio autor: “… en su conjunto, además de
la utilidad para celebrar el culto divino, representará plásticamente las
verdades de la religión y la glorificación de Dios y sus santos”.
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ABRAHAM
CABABIE DANIEL. FOTO DE LA SAGRADA FAMILIA
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El tiempo
verbal de la frase porque su diseñador no pudo completar su proyecto altamente
innovador, tarea que correspondió a un equipo encabezado por Jordi Fauli.
Así, el Templo de
la Sagrada Familia sobresale en una ciudad donde el arte en toda su
majestuosidad la caracteriza.
Abraham Cababie Daniel